lunes, 11 de junio de 2012

Comentario del video de MAURIZIO CATTELAN

Sus satíricas esculturas están plagadas de humor negro. Con la técnica de cera representa cuerpos y animales con alto grado de realismos en situaciones imposibles, dotadas de surrealismo. Juega con la escala de las cosas cotidianas que nos rodean, personajes conocidos, no conocidos y hasta con él mismo. Ha hecho numerosas obras de autorretrato en las que aparece en diferentes tamaños, con distinta vestimenta y en situaciones dispares, como por ejemplo, su retrato integrado en el traje de fieltro de Joseph Beuys, o su autorretrato en un triciclo de niño pequeño en el que la escultura está dotada de un mecanismo interior que le aporta movilidad (como la de un cochecito de gasolina, dirigido por un sujeto), es muy común en su obra encontrar autorretratos llamados por él “miniyo”. También destaca su “niño que no hacía surf” en el que se representa un niño sentado en un pupitre con las manos clavadas por dos lápices al pupitre, y encapuchado mirando hacia una ventana; no sabemos con certeza que quiere representar, pero llena de vida los alrededores de la ciudad en la que trabaja. Su trabajo es insólito, ingenioso y da que pensar. Muchas veces juega con la idea de unir la muerte con la vida, como por ejemplo su “ardilla suicidada” en la que, mediante un animalito tan activo y vivaracho como es la ardilla se representa un suicidio de ésta misma, mostrando a la ardilla sentada en una silla desplomada sobre una mesa, en el suelo una “minipistola”, un vaso de agua en la mesa y un fregadero lleno de platos sucios, la idea alude a la muerte y la vida, ambas unidas en una curiosa armonía humorística y sátira. Por lo que detectamos tiene un fuerte poder de persuasión, pues consigue innumerables veces que la gente adopte posturas extrañas para la realización de sus obras, con lo cual sabemos que estamos hablando de un artista con alto nivel de convicción. Se trata de un artista bastante extravagante y raro, hable con quien hable actúa de manera extraña y le toma el pelo, él mismo necesita mofarse de él, no se toma la vida muy en serio, de modo que nadie está a salvo de su humor negro, ni siquiera él mismo; para poder estar con él es importante que seamos capaces de tomarle el pelo, que no nos sintamos cohibidos pos su presencia y que nos pongamos a su altura, a la altura de un “cachondo mental” que no deparará en ponerte en ridículo y que debemos actuar de la misma manera con él. Respondería, dadas estas características en pro de la filosofía de Arthut Danto, pues se burla de sí mismo y del arte en general, lo que no le impide ser uno de los grandes artistas contemporáneos. La obra de Cattelan remite al arte tradicional italiano. Su manera de concebir la obra a modo de instalaciones artísticas, que pueden angustiarnos, extrañarnos o hacernos reír, pero todo bajo un modo de ver la vida como una “guasa”, al ver su obra pensamos: ¿cómo es esto posible?o… ¿qué narices…? Todo se descoloca, no encaja, es anormal; a veces cargado de humor, otras de crítica social, todo bajo un efecto mágico, imposible. Hace entrar al espectador en confusión, en un posible delirio…¿qué he tomado yo antes para estar viendo esto? Su obra es una metamorfosis de la realidad sin ser realidad misma, la realidad con un toque de trastorno, un vuelco a lo normal que nos hace pensar que podría ser verdad lo representado dado que lo estamos viendo con nuestros propios ojos. Otra de las peculiaridades de Cattelan es su uso de un “suplente” en las entrevistas de medios de comunicación equipados con un balance de respuestas evasivas y explicaciones sin sentido, que no sabemos definir si se trata de un rechazo, una conversación incoherente, o una obra de arte en sí y que sucede de forma espontánea y de la que somos partícipes dejándonos llevar por sus extraños argumentos. El arte de Cattelan se burla de los diferentes sistemas de pedido y utiliza a menudo temas y motivos de arte de los sectores culturales del pasado y otra con el fin de obtener su punto a través. La obra de Cattelan pretende dar a conocer la naturaleza incongruente del mundo y de nuestras intervenciones dentro de ella sin importar dónde se puede mentir (como el niño que toca el tambor en lo alto de un edificio, y toca el tambor porque es mejor que la guitarra, según Maurizio). Su trabajo se basa a menudo en juegos de palabras simples o subvierte las situaciones de clichés, ie: la sustitución de los animales a las personas en cuadros escultóricos. Con frecuencia mórbida fascinante, humor negro Cttelan pone su trabajo por encima de la bien hecha visual de una sola línea. Maurizio Cattelan es descrito como uno de los grandes artistas post- Duchamp y un “listillo”, también.

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